martes, 7 de enero de 2014

Kuki y Tuki---- Nemo y Doris



NEMO




Nemo, mi pajarito multicolor que tengo en casa desde hace ya unos años. Se encuentra en una jaula bastante amplia pero no lo suficiente para ellos, ya que son aves y necesitarían todo el inmenso cielo azul para sentirse, se podría decir: libres.
La historia de Nemo no es ni trágica, ni tampoco alegre. Los compré con apenas unos seis meses según el vendedor de aquella pequeña y modesta tienda de pájaros. Había muchos pájaros pero sobre todo accesorios. Todos se encontraban en jaulas medianas o pequeñas exceptos unos ''diamantes'' que se encontraban en una grande pajarera. Lo compré junto a otro pájaro que se suponía que sería macho para que pudiesen criar y que no hubiese ningún problema, porque me dijeron una vez, que los pájaros de esta especie, si no se conocen desde pequeños, si son del mismo sexo se pelean y pueden llegara a matarse entre ellos.
En un principio les puse el nombre de: Tuki y Kuki
¿Por qué?
Tuki: Pensé en el nombre de tucán ya que son aves exóticas al iguales que estos, pero tucán sonaba bastante mal así que sustituí -cán por -ki
Kuki: Ese pajarito verde y rojo tan pequeño que pegaba grititos cada vez que al traerlo a casa daba un paso, ma pareció muy kuki así que le llamé kuki.

Me dijeron que estos pájaros eran realmente listos, así que teníamos que tener mucho cuidado. 
De eso me dí cuenta un día de entrado el verano.
Hacía mucho calor, y yo estaba en el instituto. Mi padre se había ido de viaje debido a asuntos del trabajo.
Cuándo volví del instituto, fui a ver como estaban mis pequeñas avecillas de colores vivos. Solo ví a Tuki, empecé a silvar, ya que algunas veces me respondían con un gritito similar. Pero sólo me respondió Tuki. Miré dentro de su pequeño nido, dónde se protegían del calor y del frío. Tampoco estaba allí. 
--¡Oh, madre mía!--corrí hacia la cocina, allí estaba mi madre.
--¡Mamá! ¡¿Y kuki?!
--En su jaula ¿no?
--¡No, no mamá, no está!--Las dos corrimos hacia la jaula, tampoco lo vimos, de repente vimos a un pájaro muy grande pasar por encima de nosotras, se dirigía al ático.
--¡Mamá, es kuki!
--Desde aquí se ve más grande, sube a ver.
El ático estaba cerrado con llave.
--¡No! --pensé
Me dirigí al piso más alto, toqué al timbre y pedí que me dejaran entrar.
De nuevo lo ví, se había hecho muy grande desde que lo escogimos en esa pequeña tienda de animales de barrio.
No podía hacer nada, me puse nerviosa, hasta que al final lo perdí de vista.
¿Dónde estará kuki? era listo, muy listo
Más tarde mis padres me regalaron otro pajarito aún más pequeño que el otro, este era azul y blanco, también era muy bonito aún que parecía mas bien gris. Este era más alegre que el otro y nosotros lo acogimos como uno más pero nunca se me olvidará aquel pájaro pícaro que consiguió librarse de nosotros con tanta facilidad.
Más tarde para no recordarme a Kuki les cambié los nombres, y ahora se llaman Nemo y Doris.








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